El renting de equipos informáticos ofrece, entre otras ventajas, la posibilidad de contar en todo momento con un equipamiento de última generación.
Este aspecto es de vital importancia, dado que a la velocidad a la que evoluciona la tecnología, es bastante común que los equipos puedan quedar obsoletos en un plazo de entre 3 y 5 años. Lo que ocasiona que una empresa tenga que volver a hacer una inversión significativa cada cierto tiempo para estar a la altura de los requerimientos.
Sin embargo el renting evita esta inversión, ya que lo que se pagan son cuotas mensuales. Además incluyen una serie de servicios añadidos, aparte del propio equipamiento. Estos servicios suelen incluir servicio técnico – otro coste que se ahorra la empresa- y en ocasiones,los suministros.
Finalizado el contrato de renting, la empresa puede firmar uno nuevo, lo que le permitirá renovar sus equipos sin tener que asumir más desembolso del que ya realizaba, y de este modo mantendrá en todo momento un perfil tecnológico adecuado a los tiempos que corren.
Al margen de esta ventaja principal hay otras que no pueden pasarse por alto, como es la mayor disponibilidad de flujo de caja que proporciona a las empresas, especialmente en sus inicios, lo que les aporta una mayor flexibilidad y margen de maniobra.
Y algo no menos importante. Las cuotas del renting de equipos informáticos se contabilizan como gasto, por lo que a efectos fiscales, son una partida que puede descontarse de los ingresos.
Así pues, el renting de equipos informáticos es probablemente la solución idónea para un gran porcentaje de empresas, que encuentran en esta modalidad muchas más ventajas que inconvenientes.